En la última excursión a Stonehenge ya se sentía despedida. Todos coincidían en lo a gusto que estaban, en que les gustaría quedarse unos días más a pesar de la comida y sobre todo de lo que nos íbamos a echar de menos los unos a los otros. Han sido dos semanas muy intensas tanto por las actividades como por las relaciones que se han creado. En dos semanas hemos visitado una media de ciudad por día y nos hemos mezclado con personas de más de 10 culturas diferentes. Todo eso hizo muy difícil despedirse el último día.
Para cerrar el blog me gustaría dar las gracias a todo el grupo por su comportamiento durante estas semanas. Han respetado las normas que se habían puesto sin eso causar ningún conflicto con la diversión. Todos ellos se ganaron el cariño de muchos compañeros y han creado relaciones que no van a olvidar fácilmente.